En el ámbito común, el término genio ha hecho carrera para describir a aquellos niños que,
por sus capacidades intelectuales, van más adelante en comparación con otros de su edad.
Sin embargo, para instituciones especializadas -como el Instituto Merani- estos niños deben
ser descritos como de capacidades excepcionales .
Para que un experto en aprendizaje considere a un niño como excepcional, debe
descubrir cuatro características especiales: capacidad intelectual, creatividad, interés por
el conocimiento y un alto desarrollo de su autonomía.
Institutos como el Merani trabajan en llave con los padres de familia para que ellos
se concienticen de la importancia de convertirlos en personas útiles para la sociedad
y no en robots que recitan fórmulas matemáticas y se aprenden frases de memoria.
Trastornos en el desarrollo.
Hasta hace pocos años era muy difícil para un niño con trastornos en el desarrollo y
dificultades de aprendizaje integrarse a un colegio regular. Problemas como el suyo
eran tratados exclusivamente desde el punto de vista clínico y terapéutico, pero nunca se
pensaba en que pudiera compartir y aprender a la par con los demás niños.
Hoy se entiende el proceso de evolución de los niños con trastornos en el desarrollo desde
el punto de vista psico-socio-afectivo, es decir, se trabaja para que ellos crezcan como
individuos integrados a la sociedad y emocionalmente equilibrados.
Cuando un niño con trastornos en el desarrollo solicita un cupo en un colegio regular,
indirectamente está obligando a profesores, alumnos y padres de familia a repensar el papel
de la escuela en la sociedad.
La idea es que entiendan que el objetivo de su formación no está únicamente en lo
académico sino en el área afectiva y para ello la labor de padres de familia es clave.

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